El dragón dormido

Sa Dragonera será nuestra primera parada. Este lugar, con una longitud de 4.2 km, es el islote más grande de Mallorca, y por la forma que tiene muchos la comparan con un dragón dormido. Se encuentra a 700 m de la costa mallorquina y está separada de Sant Elm por el canal des Freu.
Nosotros accederemos a esta isla con una barca desde Sant Elm, una antigua población de pescadores de la que más adelante os contaré más cosas.

La isla de Sa Dragonera es Parque Natural desde el año 1995 debido a su riqueza en aves marinas y rapaces, a su rico fondo marino y a que la amenaza de urbanización despertó la conciencia de los mallorquines provocando un movimiento estatal en pro de la protección del islote. Se puede decir que en él nació el ecologismo en España.

El poniente de la isla está formado por espectaculares acantilados verticales. En cambio, la costa de levante, la forman torrentes, pequeñas calas y el puerto natural de cala Lladó, que es donde desembarcaremos nosotros.

Una vez allí tendremos la opción de realizar una ruta que conecta el embarcadero con el faro viejo de la isla, que fue desmantelado en 1910.

Desde Cala Lladó nos dirigiremos hasta el Far Vell, en la cima de la Pòpia, el punto más alto de Sa Dragonera . El camino peatonal, diseñado para transportar grandes pesos para el suministro del faro, tiene una pendiente suave, por lo que nuestro trayecto será muy agradable.

Los restos del antiguo faro y las vistas hacia Mallorca y sobre los precipicios, hacen de éste un itinerario muy atractivo. Además tendremos la suerte de que en esta excursión nos acompañará un guía experto en la isla que nos explicará la numerosa fauna y flora que allí encontramos.

Vale la pena mencionar alguna de las especies de fauna como la gaviota patiamarela, el halcón de Eleonor, el martín pescador o la pardela balear. Pero si una especie es famosa en la isla ésa es la lagartija podarcis lilfordi.

Entre las especies florales nos podemos encontrar el pino blanco, olivo silvestre, el hinojo marino y la orquídea piramidal. Como especies propias de la isla destacan el gatell y la estepa joana.

Una vez terminada esta ruta nos quedaremos un ratito más para poder observar otras construcciones tradicionales como son el horno de cal, el mirador de na Miranda o la torre de Llebeig, la cual se edificó en 1585 para evitar la entrada de naves piratas en la cala del mismo nombre.

A la hora de comer nos volveremos a Sant Elm dejando atrás un lugar que ha sido utilizado, a lo largo de su historia por corsarios, piratas y contrabandistas, para crear numerosas leyendas en torno a la isla de las sargantanas (lagartijas).